Si una persona tiene “una relación” durante 5
meses, y al cabo de ese lapso, lo dejan, entiendo que nadie en su lugar, debería
tener mayores inconvenientes para superarlo, dado que el tiempo invertido, en
definitiva, no es tanto. Es decir, técnicamente es una marca fácil de superar
por cualquier otro “nuevo proyecto”.
No obstante me permito aclarar algo... en estos
tiempos que corren, ya se logró compendiar sobre máximas para la administración
del tiempo, pero no así, sobre medición de la “calidad del tiempo”. Eso aun, es
casi imposible de estandarizar. Podría haber tantos parámetros o mediciones,
como necesidades e intereses tuvieran las personas.
¿A que voy con esto?… ¿alguien puede negarme
que en 5 meses yo no me entregué en cuerpo y alma?, y que por eso (luego de que
me dejaran) me cuesta olvidar…
El otro día, leí en un libro de un famoso psicólogo argentino, una idea, que resumida sería mas o menos así: según él, cuando
hablamos de amor, deberíamos diferenciar los tres estadios o etapas que implica,
la primera; es el enamoramiento (ese
deslumbramiento casi adolescente digamos); la segunda; es la aceptación de las diferencias (o sea,
cuando el ídolo se te cae, y te sigue gustando igual, acá es básico, -en mi
opinión- que ya le hayas encontrado defectos, sino no saliste aun del
enamoramiento) y luego de ello (y recién ahí), vendría la tercera etapa, que se
da cuando hay una acabada idea de quien es el otro y aun así esta la decisión
de andar juntos en el camino de la vida, lo que en palabras del analista, eso era
el vilipendiado y definitivo: Amor.
Es decir que recién allí, insisto, recién ahí, cabe
hablar de un sentimiento “verdadero”. Si
tomo esto como literal, solo tuve un amor en mi vida. Y no fue este de 5 meses.
Pero como nada en mi es normal, me permito decirles que tuve muchos más, por
que en mas de una oportunidad, tuve la capacidad de ponerme en las manos del
otro sin medir consecuencias lógicas o probabilidades e igualmente entregarme.
Y ¿que es el amor sino eso?... ¿O no?
Ayer también
leí una frase buenísima, que decía: “amar es dar a una persona el poder para
destruirte y confiar en que no lo hará” Me pareció tal cual. Amar es brindarse y recibir por completo, lo bueno y lo malo, todo, regalarle al otro tu ser,
tu cuerpo y tu alma, y también aceptar lo que de él proviene....por supuesto durante los días y mas aun durante las noches.
La verdad es que ya casi paso un mes desde mi
último “desengaño amoroso” y no me arrepiento de haberme entregado a sentir
algo así.
Aun, hay momentos del día en
que me pongo triste (no por él, sino más bien, por lo que no fue), y en esos
momentos me digo a mi misma… ¿por que me siento así?, si yo antes de conocerlo
a él, era una persona feliz; ¿por que me pasa esto?, ¿por que deje que me
pasara? , ¿por que dejo que alguien entre a mi vida y me altere los ritmos o me
conmueva por demás?, y atrás de eso, me respondo.. por amor Flavi, por amor…
Que bueno… saben que? Lo voy a seguir haciendo
siempre…. Voy por más!!
Me gusta vivir así… intenso desde el principio…