sábado, 10 de octubre de 2009

1er Etapa: El nacimiento

“¿Donde voy?, ¿donde estoy?, ¿quien soy yo?, ¿que hora es?, ¿donde estaré? (…)”
¿Te suena familiar ese momento, en que te sentiste tocar fondo?
Y no estoy hablando de estar emocionalmente deprimido, justamente quiero significar lo contrario. Me refiero a cuando te detenes un segundo, miras a tu alrededor, tomas conciencia de donde estas y decís: -“OK. Aquí me encuentro (una vez más) en el punto cero”.
Ya lloraste, ya te enojaste, ya te perdonaste. Ahora solo resta, repasar los hechos y sobre ellos, la “fácil” tarea de aprender y desaprender. Lo cual puede resultar todo un desafío (al menos para mí), por que “aprender” muchas veces significa un NO hacer, un NO dar, un solo esperar y estar atento…y… “desaprender”… que tampoco es menuda tarea! Por que bien difícil es, dejar de lado eso que alguna vez hiciste carne y ahora te das cuenta…que tal vez no era tan así… ja! (alguien que me mande un GPS por favor…).
“Vaciar, para dejar llenar” me repite el último filósofo que frecuente (léase psicólogo), y si… Así será…como cuando una persona nace. Está todo por comenzar, es todo nuevo y nadie se negaría a recibirlo o conocerlo… (yo tengo la ventajita de que llevo 33 encima y algunas lecciones ya aprendí… así que algunas postas podré saltearme sin mayores inconvenientes)…
No se tu, pero yo, creo que es un buen comienzo ese de “plantar bandera” y sentirse en el nacimiento de algo. Tal vez en el camino hasta me decida por un marido que me mantenga, ja! (mentira…eso jamás, ya lo he dicho) en mi caso particular esta reflexión me conduce a que la próxima vez que reciba “algo” pueda disfrutarlo sinceramente. Sin expectativas, ni presiones, solo tomar eso que la vida me manda y VIVIRLO, nada más, ni nada menos que eso.