jueves, 24 de septiembre de 2009

Ayer me cagaron a pedos.

De antemano me disculpo si alguien se siente alterado por un título como el de hoy. En una frase muy argenta, que en aplicación real significaría que me regañaron, pero es tan explícita, tan divertida, que me tomé la libertad de usarla como título.

Algo de humor le tengo que poner al día, que después de la maltratada de ayer, estaba convencida de no escribir durante un buen tiempo en este blog. Y es que, si bajas un poco, te darás cuenta de que no he parado de publicar posts. Le robé la voz a mis compañeras y me apropié del espacio. Ayer cuando leía, conté mis participaciones del mes y bueno, creo que he acaparado la pantalla. Reciban todos ustedes una sincera disculpa de esta aspirante a uña de cronopio.

Ayer cenaba con una de las colegas del blog (por que a la otra se le descompuso el bondi) y no sé si por la cena, la cerveza, la frustración de saber que mi tiempo en estas tierras está llegando a su final y con él la posibilidad de seguir formando parte activa en la vida de mis amigas, o que sé yo por qué; ayer simplemente opiné fuerte y sin reparo. Como sicario. A quemarropa. Y sin que me lo pidieran. Unsolicited feedback. Y además usé teorías que incomodan a la persona que tenía del otro lado en la mesa. Teorías de lianas.

Ella me escuchó (con la ceja levantada, como se debe hacer en un caso como este) y al final me dijo (en un breve resumen de palabras dulces dichas en tono bajito y con mucho cariño) que soy intolerante y que yo juzgo la vida de los demás bajo mis propios parámetros. Y remató preguntándome cómo esperaba yo que ella siguiera publicando sus más profundos pensamientos, si cada vez que lo hace yo la hago mierda con mis comentarios.

Yo me traté de defender diciendo que tengo opiniones. Que en un juicio hay un veredicto y que yo no me considero nadie para juzgar nada. Pero también, creo que si tengo un conjunto de neuronas que interactúan entre sí para aprender de la vida, pues tengo derecho de tener opiniones.

Les cuento un poco que la mujer que tenía yo enfrente es una mujer grande, de esa gente grande que hace que el mundo parezca menos feroz a su lado. Un corazón que da, un hombro que consuela, una cabeza que cuestiona y un espíritu en busca de su lugar en el cosmos. El asunto es que no ella no es fácil entrar en juegos de palabras. Juegos que a mí me fascinan y me dan siempre la oportunidad de salir de una conversación que me incomoda. Mi amiga tiene la capacidad de detectar mis juegos de palabras aún antes de que sean planteados. Quizá por esa razón lo único que me dijo fue: “Lee. Entra al blog y lee lo que has escrito. Lee tus juicios sobre lo que hemos escrito otras personas, lee tus “opiniones” en tus posts. Lee y léete.”

Y hoy me leí.


No cabe duda de que uno aprende todos los días de esta corta vida.

5 comentarios:

  1. DiY y todos nuestros seguidores de nuestro blog:
    Antes que nada queria agradecer a todos por compartir sus opiniones, sentimientos y pensamientos en sus comentarios o posts, es increible como coexistimos personas tan ricas pero a las vez tan diversas.
    Como me parece que nuestra querida DiY se dio duro con un garrote hoy, vamos a aportar con una tacita de miel a la leccion aprendida.
    Concuerdo con mi colega del blog en que DiY es una mujer energica e implacable en sus opiniones, sus palabras son directas y sus neuronas actuan constantemente emitiendo una respuesta negativa o positiva del tema planteado.
    No siempre es lo que queremos oir, lo que nos gustaria, tener la razon o ser totalmente comprendidas en la complejidad de este mundo.
    Ya son mas de dos años que DiY me ha acompañado en este camino, en las buenas, en las malas y en las situaciones neutras (ni buenas ni malas al final).
    Solo queria decirte amiga del alma, que con todo el paquete completo (y con todo lo que esto implica) te quiero, y voy a echar de menos cada dia porque amigas como tu son de esas que la vida te regala, pues solo fue una casualidad del destino que en el MBA de la Universidad de Palermo nos hayamos cruzado recien llegadas de Ecuador y México.
    Solo quiero agradecerte por cada momento, cada risa, cada lagrima y cada experiencia que hemos compartido hasta hoy porque han hecho de mi una persona mas valiosa. Que mejor que tener a alguien que no solo te dice lo bueno sino te dice lo malo? Que te “caga a pedos” pero que tambien te da la mano cada vez que te equivoques? Porque somos necias y no nos basta con tropezar con la misma piedra sino que la tomamos con nuestras propias manos.
    Gracias DiY y a todas las grandes mujeres de este blog, que emiten sus pensamientos cursis, radicales, enamoradizos, escepticos, nostalgicos,todos y cada uno de estos puntos de vista son validos para la constante busqueda de la felicidad con o sin marido que nos mantenga.

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  2. 30 y pocos, si, creo que 30 y pocos es el promedio de edad de las seguidoras y colaboradoras en este blog. Mujeres (y algunos caballeros) que trabajan duro cada dia, que se enfrentan a feroces clientes y temibles jefes... a aterradores traficos y deudas hambrientas, misses demandantes y dias con cero ideas para la comida del dìa....
    Mujeres de 30 y pocos podemos con una tarde "cagada de pedos" y mas si proviene de una amiga sincera y grande....

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  3. Wow!Parece que en esta ocasión te tocó a tí DiY. jejeje! en mi caso tú sueles estar del lado del "acusador" y ahora te toco ser la "acusada"... Sin embargo te puedo decir que para mí siempre es un gusto que seas tú el verdugo de mi realidad, siempre directa, "al grano", ruda pero por encima de todo sincera. Respecto a tus posts siempre es un placer leerlos y conocer más de tí y de nosotras las mujeres a través de ellos...
    A tús amigas autoras del blog: Coincido con ustedes es un regalo de vida tener la fortuna de haberla conocido y compartido con ella algunas de nuestras experiencias...

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  4. No bueno... ni acusador, ni juez... mi intención es siempre aportar algo a mis amigas, con opiniones personales. Pasar por esta vida me va enseñando, sin embargo, que de pronto las amigas no necesitan mis opiniones... o quizá que debiera darlas en otras formas que no sean tan... contundentes, rudas o agresivas.

    Vamos de a poco, aprendiendo por pasos. Un poco de paciencia pa una mujer que quiere seguir aprendiendo, va?

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  5. Tus opiniones "tal como son" siempre serán bien recibidas, gracias por estar ahí...

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